VITAMINA A

Descubierta en los años 30 del siglo pasado por el químico suizo Kerrer, la vitamina A es una vitamina liposoluble presente tanto en los alimentos de origen animal como en los vegetales en diferentes formas activas.
En la fisiología del cuerpo la vitamina A cubre innumerables funciones: fortalece y mantiene sana la piel, el cabello y las mucosas, protege de las infecciones los pulmones y es una valiosa guarnición curativa en el tratamiento del acné y de las forunculosas. Uno de los síntomas más frecuentemente relacionados con la deficiencia de vitamina A se ve en la piel: cuando es insuficiente, la piel se ve apagada, arrugada, seca. La vitamina A es necesaria para la piel, ya que influye en el metabolismo de las células, regulando la permeabilidad y la elasticidad de las membranas celulares de la piel y las mucosas. Una piel rica en vitamina A es visiblemente más suave, lisa, joven y elástica.